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La importancia de la fotografía en la comunicación de la arquitectura (I)


Case Study House nº22, Julius Shulman

Lo primero de todo es darte la bienvenida. Arrancamos el blog como no podía ser de otra manera: escribiendo sobre arquitectura y fotografía. En esta entrada queremos hablarte de la relación histórica entre estos dos oficios, dejando para una próxima publicación el análisis de la importancia que tienen en la actualidad las imágenes en la conformación de la identidad digital de los estudios.

A día de hoy, si echamos un vistazo a los principales canales de comunicación propios de la arquitectura (revistas, webs, blogs, perfiles de rrss, etc...) resulta evidente que la presencia de la fotografía tiene un papel protagonista en ellos. Obviamente no es algo exclusivo de este campo, ya que la cultura de la imagen ha calado a fondo en nuestra sociedad. La apabullante cifra de capturas por minuto que se dan en el mundo, casi 2.5 millones, sirve como ejemplo para ilustrar esta eclosión. La rapidez con la que aparecen, circulan y desaparecen los contenidos en los medios exige de eficiencia comunicativa y la fotografía posee la cualidad de condensar mucha información en relativamente pocos píxeles.

Volviendo al ámbito que nos ocupa, podríamos decir que la arquitectura ha sido pionera en servirse de las imágenes para explicarse. A mediados del XIX, poco después de la aparición de las primeras cámaras, ya se supo apreciar su capacidad para registrar con precisión las características físicas de los edificios, así como la relación de éstos con su entorno. Hasta entonces, los medios de representación habían sido el dibujo técnico y la pintura. De esta época son célebres las primeras misiones heliográficas en las que equipos de fotógrafos al servicio de la Comisión de Monumentos Históricos de Francia se desplazaban por todo el país galo documentando las obras de patrimonio para su posterior catalogación.

La popularización de las imágenes de arquitectura monumental se da a través de su difusión en las postales, algo que vive un auge en la segunda mitad del siglo XIX . En paralelo, se sigue usando para ilustrar realidades lejanas por parte de viajeros románticos o para registrar el desarrollo de las nuevas obras de infraestructuras, confiando siempre en su capacidad para captar "la objetividad"; y es que la concepción de la fotografía como una disciplina artística (y por tanto subjetiva) no ocurre hasta el XX.

A comienzos del nuevo siglo hay algunas miradas a camino entre el arte y el fotoperiodismo que atienden a las realidades sociales, muchas de las cuales ocurren en el marco de la ciudad. Surgen en esta época algunas figuras sin las que no se explicaría la historia de la fotografía: Eugene Atget, Lewis W.Hine, Walter Evans, Berenice Abbott... en cuyos trabajos se captura la dimensión humana de la urbe, del territorio y de la edificación.

En el periodo de entre guerras hay autores que empiezan a indagar en las vanguardias. Los objetos representados dejan de tener necesariamente un valor patrimonial, y surgen experimentos compositivos que viran hacia la abstracción. En la Bauhaus se incluye la fotografía como una asignatura obligatoria, y de la mano de un emergente mundo editorial el ojo se vuelve también hacia el movimiento moderno. La nueva arquitectura debe mostrarse a la sociedad y la fotografía es el vehículo de transmisión. Resulta anecdótico que el propio Le Corbusier considerase esencial controlar personalmente la difusión de su obra, y fueron varios los fotógrafos que trabajaron para él hasta que dio con L. Hervé, un tipo del que llegó a decir que era "un fotógrafo con alma de arquitecto".

Con el paso de los años, podríamos decir que se van diferenciando dos formas de entender la fotografía de arquitectura. Una es la ortodoxa, que obedece al clásico encargo de un arquitecto, y que se centra en la representación descriptiva de los edificios y los espacios; y la otra, más conceptual, en la que si bien aparece la arquitectura, existe un trasfondo reflexivo sobre el hábitat, la acción del hombre, el territorio, o que incluso abstrae aspectos formales conformando -o no- un mensaje, y sin que en muchos casos exista un encargo. Sin ánimo de sentar cátedra, podríamos decir que en la primera estarían fotógrafos como Julius Shulman, Ezra Stoller o Baltathar Korab, (...) y a la segunda pertenecerían entre otros muchos Bernd + Hilla Becher, el movimiento New Topographies (70s), o el propio Iwan Baan en nuestros días.

Ya en la segunda mitad del siglo pasado, son varias las publicaciones y revistas de arquitectura que adquieren notoriedad. En sus hojas se combina texto, dibujo técnico, y fotografía, que primero es en blanco y negro y después en color. A nivel nacional, Quaderns, Arquitectura Viva, o El croquis son buenos exponentes de medios de comunicación de arquitectura que se sirven de imágenes. Estos medios contaban con equipos editoriales que investigaban, seleccionaban y filtraban minuciosamente qué arquitectos y qué obras merecían ser difundidas, y que por tanto, de alguna manera han sido responsables de la conformación del imaginario arquitectónico colectivo: aquellos elegidos han alcanzado notoriedad y reconocimiento en el panorama académico, aunque por otro lado, ha habido otras figuras interesantes han quedado fuera de los focos de atención. El éxito de estas revistas se mantiene desde entonces, aunque la aparición de internet y su expansión supuso un antes y un después. En los últimos años han aparecido otras plataformas online de difusión abierta, deslocalizadas, con estructuras editoriales más flexibles, y que en muchos casos priorizan la cantidad frente a la calidad. Esto implica por un lado el empobrecimiento del contenido, con una pérdida de rigor respecto al medio físico, pero por otro lado se ha ampliado el registro de lo que se publica, dando visibilidad a "otras arquitecturas".

Al final, vemos como la construcción del imaginario arquitectónico se ha cimentado en gran parte sobre las imágenes. La fotografía jamás podrá sustituir la experiencia de recorrer, percibir y habitar un edificio, pero sí puede despertar nuestro interés por el mismo y acercarnos a él desde la mirada de quien lo fotografía.

De la fotografía de arquitectura en la era de la web 2.0 hablaremos en un próximo artículo del blog de espæcial.

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